Volvemos al
Himalaya, donde ya estuvimos el año pasado. Pero esta vez nuestras sensaciones
son muy diferentes. Tenemos unos objetivos deportivos, treking por el Khumbu, y
escalar el Island Peak i Ama Dablam entre otros. Pero no solo venimos a
escalar, venimos con la intención de ayudar a los nepalís a tener un futuro más
esperanzador.
Los que habéis
estado en Nepal sabéis que el país i sobretodo la gente deja en uno una huella
imborrable. A nosotros nos sucedió, y desde entonces estamos decididos a no
solo venir a disfrutar de sus maravillosas montañas y amabilidad de sus gentes,
queremos ayudarles a tener un futuro mejor. Y por eso unos amigos apasionados
de la montaña y concienciados con las dificultades que afronta el pueblo nepalí
en su día a día, creamos el “Proyecto AbrazaNepal”. Un proyecto solidario con
la intención de recaudar fondos y donarlos a SOS Himalaya, ONG fundada por
Iñaki Ochoa de Olza, quien no necesita presentación alguna.
Con esta ilusión
partimos el pasado 22 de octubre hacia Nepal. Ya hace diez días que estamos por
aquí. Los primeros días en Katmandú los dedicamos a preparar toda la logística
para el treking y para contactar con algunos amigos que habían mostrado
interés en ayudarnos en nuestro proyecto, como por ejemplo Tsering Sherpa,
dueño de Treking Experts y que también tienen un proyecto solidario llamado Healing Haku. El nos cede tarifa de
datos a un precio irrisorio para que podamos transmitir todas las experiencias
que vamos viviendo durante nuestra estancia en el Ama Dablam.
Los primeros días
del treking nos muestran que la vida por estos valles continua tal y como la
conocimos el año pasado, caravanas de yaks, sherpas de un pueblo a otro,
turistas,… Nosotros esperábamos un país traumatizado después del terrible
terremoto que sufrieron, pero esta
dolorosa experiencia solo sirvió para que explotaran mas todavía las cualidades
de este pueblo: esfuerzo, perseverancia, y saber que la situación y aquello que
tienen es lo mejor que pueden tener en cada momento, sin necesidad de nada más.
Sin duda que las
escuelas y casas derruidas, los pozos inservibles, y una larga lista de
infortunios marcaron el transcurso de las vidas de estas personas, pero como
siempre: se han levantado y continúan tirando hacia adelante.
Se nota la ayuda
que llegó de la comunidad internacional después del terremoto, aún vemos
tiendas de campaña de las ONGs al lado de casas a medio reconstruir, escuelas
improvisadas al medio de la calle,… pero también detectamos que la ayuda sigue
siendo necesaria en estos valles de tan difícil acceso.
Alpinísticamente
los primeros días nos sirven para ir ganando altura y acostumbrar a nuestros
cuerpos a esta atmosfera tan rara para nosotros que nos proporciona la disminución de la concentración de
oxigeno.
Este año gracias
a Tracemyway, puedes seguir todo nuestro recorrido en directo.
La idea original
era ascender a través del Valle del Thame, camino que seguían los antiguos
comerciantes tibetanos, que llegaban a Nepal después de cruzar el Nangpa La,
actualmente cerrado por las autoridades chinas. Desde este valle cruzaríamos al
Valle del Khumbu a través de dos pasos de más de 5.000m de altura, el Renjo La
y el Cho La. Como siempre en las montañas, la meteorología siempre tiene la
última palabra y cuando llegamos a Lungde nos dijo que ese no era el camino.
Nos levantamos con más de 5 cm de nieve recién caída y estábamos solo a 4000m, el paso a 5300 del Renjo La sería
muy peligroso, no tanto para nosotros, sino para el equipo que nos acompaña.
Equipo con el Ama Dablam detrás |
Los porteadores que nos acompañan, tan necesarios en el Himalaya, no siempre
llevan el material más adecuado para las condiciones que muchas veces nos
encontramos, así que pensando en su integridad
y también en la nuestra decidimos volver a Namche para ascender por el
Valle del Khumbu en lugar de por el del Thame.
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